Pues si!!! Con un sentimiento contrapuesto de alegría y tristeza debo despedirme de mi Dunlop Inferno Elite Tour. Ha sido poco más de un año el tiempo que esta pala me ha acompañado por estas pistas de Dios, pero por suerte o por desgracia y en mitad de un partido me dijo «hasta aquí he llegado compañero» y se rompió.
Así que como carta de despedida, después más de un año con ella, creo que es un buen momento para poder opinar sobre esta pala con conocimiento de causa.
¿Por qué me decidí por la Dunlop Inferno Elite Tour?
Por casualidad. Ha sido mi primera pala y lleva conmigo lo que llevo yo jugando a padel. La elección fue fácil, siempre he jugado a tenis con raquetas Dunlop, así que confié en Dunlop también para mi primera pala de padel… Era bonita, la marca conocida y de prestigio, la había utilizado Juani Mieres (busqué reseñas en internet) y estaba bien de precio ! …. Para empezar me parecieron argumentos más que suficientes ;-), en aquel momento tampoco tenía mucha idea de marcas, formas, pesos, puntos dulces, gomas y todas esas cosas que los jugadores «avanzados» ya saben y que tienen en cuenta para elegir una pala de padel.
Resistencia y durabilidad
La pala ha resistido bien durante todo este tiempo, el protector del marco denominado por Dunlop, DPS (Dunlop Protection System, o sea un protector de toda la vida) tiene las marcas de muchas batallas libradas con cristales, muros y suelos, pero ha resistido bien los golpes y rozaduras cumpliendo bien su propósito. Cierto es que la pala ha tenido en mi mano un amigo que no ha «abusado» de ella cuando las cosas no salían bien y NO he desahogado mi ira ni frustraciones golpeándola contra lo primero que veía.
La pintura, barniz, empuñadura, cuerda (córdon de sujeción), etc. están en buen estado y solo son algunos rasguños los que te indican que la pala ya «tiene una edad», aunque unas «minúsculas grietas en la pintura» que emergían de los orificios centrales ya avisaban de que igual mi Dunlop Inferno Elite Tour tenía los días contados.
El punto final llego de repente en mitad de un partido realizando un revés, (seguro que mi entrenador hubiera aplaudido mi revés de libro, jajaja) un buen golpe, un fuerte impacto centrado en mitad de la pala y un «bonito estallido», (POF). La pala no lo pudo resistir y la cara se rompió justo en el centro …. ¡ Qué final tan épico! Jajaja!
Así que teniendo en cuenta que no soy un jugador de golpes de mucha potencia, jugando principalmente en el drive, y de forma regular pero no cada día, la duración de la pala bajo mi punto de vista ha sido corta. 🙁
Opinión. La Dunlop Inferno Elite Tour en la pista
En la pista y en mis manos, ya que no hay dos jugadores iguales y por lo tanto mis impresiones son particulares como el «patio de mi casa», mi opinión sobre la pala ha ido variando a lo largo de un año y en función de lo que mi propio juego ha evolucionado. ( después de un año y algunas clases algo se debe de notar ;-))
No me costó mucho hacerme con la pala. Aunque está catalogada para jugadores avanzados y profesionales en manos de un «pipiolo» como yo no iba mal. La pala no despide mucho y colocar la bola dentro de la pista o realizar un globo no resulta difícil, así como volear en la red con ciertas garantías.
Como el tema de los remates de potencia, sacarla por tres, por cuatro y cosas de esas aún no están dentro de tus objetivos (bastante tienes con devolver y asegurar los golpes), el comportamiento de la pala es bueno y ofrece un control más que suficiente.
A medida que tu juego evoluciona y empiezas a buscar más velocidad en tus golpes, empiezas a notar que debes poner «bastante de tu brazo» para que la bola salga despedida con velocidad, aunque por todas partes la califican como una pala de potencia. Quizás sea un tema específico de la version «Elite Tour» y de su tipo de goma, pero el tacto duro de la pala y su respuesta hace que debas poner mucha fuerza en el golpe para conseguir velocidad e intensidad (eso que le llaman «salida de bola ;-P») , por ejemplo en una bandeja.
En los últimos partidos y al encontrarme con gente que le «pega más fuerte», empecé a «sufrir» con la pala. Devolver golpes de gran potencia o volear en la red a más velocidad requiere de más precisión y sobre todo de músculo (que no me sobra!). Los impactos en la pala te exigen poner muy bien el brazo y las vibraciones se dejan notar en codo y hombro (os lo aseguro !). Los intentos de traer la pelota a tu campo , para mi, son por lo general fallidos, ya que sin una técnica de smash excelente resulta realmente difícil, se te quitán las ganas de intentarlo y el hombro lo va notando.
Yo no he visto la Inferno como una pala de «gran» potencia y lo digo tras haber probado mi próxima pala y notar resultados diferentes en mis golpes (ya os comentaré en otro post mis impresiones sobre mi nueva pala) . Así que ya me estaba planteando retirar a mi querida Dunlop Inferno Elite Tour, cuando ella misma tomó la decisión por mi 😉
Mi valoración
- Potencia: 7
- Control: 8
- Punto Dulce: 8
- Remate: 6
- Volea: 7
- Globos: 8
- Durabilidad: 7
¿Me compraría nuevamente la Dunlop Inferno Elite Tour?
Como primera pala posiblemente respondería que sí, aunque hoy por hoy y transcurridos ya 15 meses desde que pisé un pista de padel no repetiría pala. Debo decir que Dunlop tiene una nueva versión de la Inferno, la Dunlop Inferno Extreme, así que la marca sigue confiando en esta veterana pala.
La Inferno Extreme es un remake de la anterior Inferno con un diseño de colores distinto y unos «Vibropods» que «adornan» el marco, pero por sus especificaciones y características creo que muchas diferencias no debe haber…. pero ya lo mirare con más calma en otro post.